Cómo Estudiar La Biblia Efectivamente

Respuesta

Este método de estudio bíblico se compone de seis pasos esenciales: (1) ora con fe en el nombre de Jesucristo y pide al Espíritu Santo que te guíe al leer la Palabra; (2) elige herramientas fiables—versiones precisas de la Biblia (p. ej., NBLA o NTV), comentarios sólidos, introducciones a los libros, plataformas de estudio (E-Sword, Logos) y la orientación de tus pastores—; (3) haz una lectura panorámica sin detenerte en detalles, anota preguntas y redacta un breve resumen personal del mensaje central; (4) aplica principios hermenéuticos (sentido histórico-gramatical, analogía de la Escritura, género literario, unidad temática, etc.) y practica la exégesis, evitando la eiségesis y la narcisgesis; (5) divide el texto en bloques temáticos, considera su contexto histórico, cultural, inmediato y canónico, y distingue si el pasaje es descriptivo o prescriptivo; y (6) traduce lo aprendido en tu vida mediante una aplicación natural (fruto del cambio de corazón) e intencional (hábitos y actitudes deliberadas), examinándote regularmente, corrigiendo desobediencias, rodeándote de creyentes maduros y sometiéndote a la autoridad espiritual.

Explicación

Estudiar las Escrituras no es una tarea fácil, pero tampoco tiene por qué ser difícil. A medida que vayas leyendo esta guía, podrás adaptarla a tu nivel, pero te recomiendo que sigas adelante, incluso con las partes que puedan parecer un poco difíciles.

Paso 1: Oración y Dependencia del Espíritu Santo

Objetivo: Mantener la sensibilidad y comprensión espiritual mientras se estudia la Palabra, a través de la oración.

La oración, en su forma más sencilla, es «comunicarse con Dios». No se trata de meditar o simplemente reflexionar, sino de hablar directamente con Él. Cada oración debe ser hecha con fe (Santiago 1:6), en el nombre de Jesucristo (Juan 16:23), y bajo la guía (conociendo Su Palabra) y el poder (al obedecer) del Espíritu Santo (Romanos 8:26).

Como el medio por el cual hablamos directamente con el Creador (Jeremías 33:3), oramos antes de alimentarnos de Su Palabra (Mateo 4:4), tal como darías gracias al Señor antes de una comida para tu cuerpo físico. En medio del estudio, oramos por lo que Dios nos ha revelado para entenderle (Salmo 119:18), para alinear nuestro pensamiento con el Suyo (Isaías 55:8-9), y disfrutar de Él por medio de Su palabra (Salmo 16:11). Finalmente, oramos después del estudio para que Su verdad se haga realidad en nuestra vida.

Si te olvidas de orar, o no lo haces en una ocasión, eso no te convertirá en un mal cristiano. Es simplemente un buen hábito mantener la comunicación con quien te escribió esa carta que estás a punto de ingerir.

Paso 2: Las Herramientas de Estudio

Objetivo: Conocer algunas herramientas que contribuyen al estudio.

Nota
Antes de entrar en este paso quiero dejar algo claro. No necesitas estas herramientas para estudiar la Biblia correctamente. De hecho, no espere a tener algunas o todas estas herramientas antes de comenzar sus estudios. Todo lo que necesitas es la revelación de Dios (la Biblia). Eso es todo. Estas herramientas están destinadas a ser sólo eso, herramientas, no la carne principal de su estudio. Ayudan en tu estudio de la Biblia; no son tu estudio de la Biblia.

a. Versiones de la Biblia

Las versiones de la Biblia son diferentes traducciones del texto original de las Escrituras a otros idiomas, como el español o el inglés. Los textos originales de la Biblia fueron escritos en Hebreo (Viejo Testamento), Arameo (Viejo Testamento) y Griego (Nuevo Testamento), por lo que necesitamos versiones traducidas para entenderlos, y estas traducciones se conocen como versiones de la Biblia.

Si no tienes una Biblia, puedes descargar en tu teléfono la «YouVersion Bible App», que es la aplicación más conocida de la Biblia ahora mismo en el teléfono. Una vez que descargues la aplicación, podrás seleccionar cualquier versión de la Biblia dentro de la lista de versiones.

El arte de traducir el significado de un texto de un idioma a otro se conoce como la «Teoría de la Traducción«, que básicamente tiene que ver con la precisión a la que uno está dispuesto a llegar para guardar la distancia entre un idioma y otro.

Cuando hablamos de versiones de la Biblia, algunas versiones son bastante precisas en sus traducciones, y otras son más flexibles, o sea, menos precisas en su traducción.

He aquí los tres tipos principales de traducción:

  1. Traducción de Equivalencia Formal (Palabra por Palabra): Es el intento de mantener las palabras y la estructura del hebreo o griego lo más parecidas posible, pero usando un inglés [o español]. (Fee & Stuart, 2014, p. 44)1
  1. Traducción de Equivalencia Funcional (dinámico): Es el intento de conservar el significado original del hebreo o griego, pero de la forma en que normalmente se diría en inglés [o español] con palabras comunes. (Fee & Stuart, 2014, p. 44)2
  1. Traducción Libre (parafraseo): Es el intento de traducir las ideas de un idioma a otro, sin enfocarse tanto en usar las mismas palabras del original. (Fee & Stuart, 2014, p. 44)3

A la hora de seleccionar una traducción de la Biblia, no se trata simplemente de preferir una versión sobre otra, sino de elegir aquella que sea lo más fiel posible tanto al texto original como a la lengua receptora (el idioma en el que se leerá la traducción).

Ahora, he aquí dos traducciones que recomiendo, ya que las utilizo a diario:

  1. Nueva Biblia de las Américas (NBLA, Equivalencia Formal): Versión moderna basada en la Biblia de las Américas (LBLA), publicada en 2016 como edición actualizada. El enfoque es palabra por palabra, con esfuerzo por reflejar fielmente el hebreo y el griego original.
  1. Nueva Traducción Viviente (NTV, Equivalencia Funcional): Basada en la “Living Bible” en inglés, pero traducida directamente de los textos originales hebreo y griego. Publicada por Tyndale en versión española. Siempre que está en uso, tengo la NBLA a su lado para comparar el texto y aclarar usos de palabra.

Si prefiere utilizar otra versión, pregúntele a tus pastores, o hermanos maduros en la fe por versiones de la Biblia, y estoy seguro de que con mucho gusto le darán buenas recomendaciones.

b. Comentarios Bíblicos

Los comentarios son libros (o escritos) que intentan presentar una interpretación de un texto a partir del contexto histórico, cultural, lingüístico y teológico. Se trata de la explicación de un versículo, un capítulo, varios capítulos, un libro o el trasfondo de un libro de la Biblia. El material va a depender del comentario que elijas y del autor, ya que difieren en objetivo y extensión.

Para estudiar en serio la Palabra de Dios, revisa los comentarios bíblicos con criterio: no los des por válidos solo por estar publicados, sino comprueba que su interpretación sea fiel al texto. En este punto, ya que es probable que estés comenzando tu caminar en Cristo, te recomiendo que te dirijas a los ancianos de tu iglesia para que te guíen en tus estudios bíblicos y en la selección de comentarios.

Ahora, ¿qué debes buscar en un comentario para tener una idea de su fidelidad y efectividad? Lo que usted busca en un comentario bíblico son básicamente tres cosas sugeridas por el Dr. Gordon D. Fee y el Dr. Douglas Stuart en su libro How to Read the Bible for All Its Worth: Fourth Edition:

  1. Contexto Histórico: “Ayuda sobre fuentes e información sobre el contexto histórico.” (Fee & Stuart, 2014, p. 276)
  1. Respuestas Claves: “Respuestas a esas múltiples preguntas de contenido.” (Fee & Stuart, 2014, p. 276)
  1. Argumentaciones Responsables: «Discusiones minuciosas de textos difíciles en cuanto a las posibilidades de significado, junto con los argumentos de apoyo.» (Fee & Stuart, 2014, p. 276)

Aquí tienes mis recomendaciones para comenzar:

  1. Comentario “Enduring Word” por David Gusik: Este comentario ofrece explicaciones detalladas y aplicaciones prácticas de cada libro y versículo de la Biblia. ¡Tiene hasta una aplicación gratuita para celular!
  1. Comentario BibleRef por Ministerio “GotQuestions”: Este comentario bíblico también es muy bueno y claro. Lo que realmente me gusta es lo directo que es este comentario, a la vez que proporciona contexto con el uso de otras referencias de versículos bíblicos. A pesar de estar incompleto en Español, en Inglés está completo.

c. Introducciones a Libros Bíblicos

Las introducciones a libros bíblicos proporcionan un contexto y un trasfondo esencial para comprender un libro, como la descripción del autor, la fecha, el propósito y el público. Ofrecen una visión concisa del contenido y el significado del libro.

Los comentarios bíblicos suelen incluir introducciones para cada libro, o capítulos, como la Biblia de Estudio de Matthew Henry por dar un ejemplo. Pero es bastante esperable encontrar literatura introductoria que gire en torno a presentar libros bíblicos solamente, y no formar parte de una Biblia de Estudio.

Algunas Introducciones Bíblicas que recomiendo para comenzar son:

Introducciones Físicas

  1. Biblia de Estudio MacArthur: Por el pastor John MacArthur, ofrece a través de esta Biblia, más de 20,000 notas de estudio personal, con la finalidad de aclarar pasajes complejos, explicar a detalle y con fundamento, palabras que son de interés en el área teológica.
  1. Biblia de Estudio Matthew Henry: “La RVR Biblia de Estudio Matthew Henry presenta más de 15.000 notas elaboradas por Matthew Henry y otros más de 200 teólogos y autores de renombre tales como Lutero, Calvino, Clarke, Keil, Delitzsch, Spurgeon, Lacueva, Pérez-Millos y Wesley, entre otros.”

Introducciones en Línea (Online)

  1. Introducciones del Dr. J. Vernon McGee (Inglés): Ministro presbiteriano y teólogo estadounidense, conocido principalmente por su programa radial «A Través de la Biblia», tiene una de las introducciones bíblicas más completas que he encontrado.
  1. Introducción del Ministerio GotQuestions: Probablemente uno de los ministerios que más recomiendo dada su extensa biblioteca para responder preguntas cristianas. Esta es su introducción para cada libro del Nuevo Testamento. También tienen introducciones para cada libro del Antiguo Testamento.
  1. Introducciones de BibleRef: Esta introducción está incompleta pero tiene muy buena visión bíblica en español. También tienen un sitio web en inglés que sí incluye todos los libros y no está incompleto.

d. Plataformas de Estudio

Existen innumerables plataformas que ayudan en el estudio y la lectura de las Escrituras, plataformas que vienen como aplicaciones móviles o programas informáticos. Estos son grandes porque las plataformas de estudio por lo general llevan con ellos un sinnúmero de materiales de estudio o recursos como diccionarios, introducciones, estudios bíblicos, mapas, y muchos otros.

Voy a recomendar dos de las más populares, ambas de fácil acceso para cualquiera:

  1. E-Sword: Contiene múltiples versiones de la Biblia, comentarios, diccionarios, concordancias y herramientas de búsqueda. Su interfaz es intuitiva y fácil de usar. Fue el primer software que utilicé cuando empecé. Está también para iPhone  ($3.99), y para Android ($2.99).
  1. Programa Bíblico Logos: Esta es la plataforma de estudio bíblico más elogiada que existe en la actualidad, pero definitivamente no es para todo el mundo. Es una compleja plataforma multiherramienta con casi todos los recursos físicos disponibles en formato digital. Actualmente uso Logos y ha sido extremadamente poderoso en mis estudios, pero claro, comencé con E-Sword que es mi recomendación para aquellos que quieren usar un software de estudio bíblico.

e. Pastores Bíblicos Recomendados

La primera recomendación, y mandato de parte de Dios, son tus propios pastores. Aquellos que han sido colocados como ancianos en tu iglesia local son aquellos sobre quienes tu alma recae ahora como responsabilidad. Como dicen las Escrituras en Hebreos 13:

“17 Obedezcan a sus pastores y sujétense a ellos, porque ellos velan por sus almas, como quienes han de dar cuenta. Permítanles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para ustedes.”

Esto significa que los ancianos son los responsables de asegurar que los miembros de la iglesia estén en una verdadera relación con Jesús, y creciendo en esa verdadera relación. Ellos alimentan al rebaño con la Palabra de Dios para santificarlos, así como un pastor guía a una oveja hacia la hierba de la que se alimentará. Si usted no vive buscando crecer bajo la vigilancia de sus ancianos, usted será alimentado con comida de alguien que no conoce sus necesidades espirituales y el contexto actual de su vida de la manera que lo sabrían sus ministros locales.

Por supuesto, esto no significa que aprender de otras fuentes o hermanos de iglesias bíblicamente fieles sea pecaminoso o esté prohibido. Así pues, aquí tienes al menos cinco que te recomiendo encarecidamente para tus estudios bíblicos:

  1. Sugel Michelén – Pastor en la Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo en Santo Domingo, República Dominicana. Conocido por su predicación expositiva y sus enseñanzas enfocadas en la centralidad del evangelio​.
  1. Miguel Núñez – Pastor principal de la Iglesia Bautista Internacional (IBI) y fundador de Ministerios Integridad & Sabiduría. Enfocado en la enseñanza teológica y pastoral con un fuerte énfasis en la gracia soberana de Dios​.
  1. John MacArthur – Pastor de Grace Community Church en Sun Valley, California, MacArthur es conocido por su predicación expositiva y su compromiso con la verdad bíblica.
  1. Charles Stanley – Un pastor de larga trayectoria, fundador de In Touch Ministries, que se enfoca en la enseñanza de la fe y la relación personal con Dios, enfatizando la gracia y la providencia divina.
  1. Paul Washer – Fundador del ministerio HeartCry Missionary Society, Paul Washer es conocido por su apasionada predicación del evangelio y su énfasis en la necesidad de la conversión genuina. Su enfoque directo y su llamado a la santidad han impactado a muchos creyentes.

Paso 3: Lectura del Texto

Objetivo: Obtener una visión panorámica antes de adentrarse en pasajes específicos en su estudio.

a. Conoce el Texto

Lee el libro completo de un cantazo, sin detenerte en detalles. Concéntrate en captar el flujo general. Suelo hacerlo con la versión bíblica «Nueva Traducción Viviente» (NTV). Es estupenda para exponer el flujo de la historia o el concepto que se desarrolla en el texto. Lo que intento hacer aquí son 2 cosas:

Primero, encontrar preguntas o cosas que capten mi atención pero sin detener mi lectura. Simplemente las escribo o tomo nota de versículos que no entiendo, que me intrigan o que han creado un conflicto en mi mente. Esos son los pasajes a los que volverás en tu estudio. En este paso simplemente quieres leer y leer y leer. De hecho, a veces, esos versículos que me crean dudas se responden cuando simplemente continúo leyendo. Así que, simplemente lee y toma notas breves de los versículos que llamen tu atención.

Segundo, identificar líneas de pensamientos, o argumentos, que el autor esté haciendo. Si leo un solo pasaje sin tener en cuenta el contexto que lo rodea, llegaré a conclusiones erróneas. Por ello, debo leer sin detenerme y, al mismo tiempo, identificando las líneas de pensamiento que el autor pueda estar ampliando o desarrollando. Esto dará claridad a los versículos individuales, ya que estarías siguiendo la línea de pensamiento que conduce a ese versículo individual.

b. Resumen Personal del Texto

Una vez leído todo el capítulo, es una buena práctica empezar a construir poco a poco el mensaje del texto. Encontrar poco a poco pistas que te digan quién lo escribe, a quién y por qué. Esto se ampliará en nuestro estudio, así que no tenemos que profundizar aquí en el paso de la lectura, simplemente queremos encontrar estas pistas. 

Una vez leído el texto, debes tratar de responder a estas preguntas con tus propias palabras, para tenerlas presentes mentalmente mientras continúas tu lectura:

  • ¿De qué trata el libro?
  • ¿Cuál es el mensaje central?
  • ¿Temas principales (por ejemplo, salvación, justicia, fe)?

Exponer de qué trata el libro, cuál es su mensaje central y los temas principales definitivamente te ayuda a trazar el mapa de lo que estás leyendo, dándote una comprensión más sólida y la capacidad de interpretarlo con precisión más adelante en tu estudio.

c. Mi Plan de Lectura

Cuando leo las Escrituras, suelo seguir un plan de lectura que fui desarrollando poco a poco, casi sin darme cuenta, basado en lo que me gusta leer y en cuánto disfruto hacerlo. Poco después de tener una idea de ello, le di un nombre que me recuerda la estructura de lo que quiero leer diariamente. Lo llamé el “Plan de Lectura 3-12”.

Llamé a mi lectura 3-12 por dos razones:

  1. 3 Lecturas – 12 Meses: Está basado en 3 secciones de lecturas durante el día durante los 12 meses del año.
  2. 3 Capítulos del Viejo y el 3 del Nuevo: Cada día leerás “3” capítulos del Antiguo Testamento, luego “1” capítulo de los Evangelios, y “2” capítulos del resto del Nuevo Testamento, igualando a 3 en el Viejo y 3 en el Nuevo.

En total, leeré 3 capítulos del Antiguo Testamento y 3 del Nuevo Testamento cada día. Estos 3 del Nuevo se dividen en: 1 capítulo de los Evangelios y 2 capítulos de Hechos, las epístolas o Apocalipsis.

Q1: ¿Por qué funciona este plan?

A: Este plan me ha funcionado personalmente por varias razones:

  • Cíclico – Puedes comenzar cualquier día del año.
  • Balanceado – Antiguo Testamento, Jesucristo (Evangelios) y la Iglesia están en la lectura diariamente.
  • Repetición – Leerás los Evangelios y el resto del NT unas 4 veces al año.
  • Escalable – Puedes acelerar el ritmo o añadir estudio personal, oración o anotaciones.

Q2: ¿Cuál es el horario de esta lectura?

A: El objetivo de esta lectura es mantener un flujo de lectura durante todo el día. Si me encontraba diciendo: «No tengo tiempo para leer», era señal de que estaba dando prioridad a las cosas terrenales sobre las espirituales. Eso es inaceptable. Así que estructuré mis lecturas de manera que me obligara a leer durante todo el día. Así es como se vería normalmente: 

  1. Mañana (7am-11am) – Antiguo Testamento: 3 capítulos.
  2. Mediodía (12pm-4pm) – Evangelios (Mateo a Juan): 1 capítulo.
  3. Noche (8pm-12am) – Nuevo Testamento (Hechos a Apocalipsis): 2 capítulos.

Mañana: Por las mañanas temprano tengo tiempo, así que 3 capítulos no deberían ser un problema, incluso incluyendo mis tiempos de estudio para sacar el máximo provecho de las Escrituras. Así que 3 capítulos me parecieron una buena cantidad.

Mediodía: Por la tarde, podría estar trabajando, ocupado o estudiando, así que me di al menos una hora de lectura y estudio. Esto significaba que 1 capítulo presentaría el menor riesgo de no leer porque «ahora no puedo». Así que 1 capítulo por la tarde me pareció perfecto.

Noche: Por último, por la noche –ya que podía estar cansado o simplemente querer relajarme– me aseguraba de leer al menos dos capítulos. De ese modo, no descuidaría las Escrituras, pero aún me quedaría espacio para seguir leyendo si me sentía inspirado o con energía para continuar. Esto tenía éxito porque la mayoría de las veces era suficiente para impulsarme a seguir estudiando hasta la hora de acostarme.

Opcional: Si te resulta difícil leer en la tarde, puedes dejar los Evangelios para la noche, en lugar de leerlos por la tarde. Así tendrías 3 capítulos por la mañana y 3 capítulos por la noche.

Q3: ¿Cuánto tiempo me tomará leer este plan?

A: El plan de lectura se divide en tres secciones principales.

  1. Antiguo Testamento (10 Meses): En primer lugar, el Antiguo Testamento contiene aproximadamente 929 capítulos. La meta es leer 3 capítulos por día, lo cual permite completar esta sección en alrededor de 10 meses.
  1. Evangelios (3 Meses x 4): En segundo lugar están los Evangelios (Mateo a Juan), con un total de 89 capítulos. La idea es leer 1 capítulo por día, completándolos cada 3 meses, lo que permite recorrerlos 4 veces al año.
  1. Hechos hasta Apocalipsis (3 Meses x 4): Finalmente, desde Hechos hasta Apocalipsis, hay 179 capítulos en total. Al leer 2 capítulos por día, es posible terminar esta sección también en unos 3 meses, repitiéndolo cuatro veces al año.

Con esta rutina diaria de lectura, podrás avanzar de manera equilibrada por toda la Biblia. En aproximadamente 10 meses, habrás leído todo el Antiguo Testamento. Además, gracias al ritmo constante, leerás los cuatro Evangelios y también de Hechos a Apocalipsis cuatro veces al año, lo que reforzará tu comprensión y memoria del mensaje del Nuevo Testamento.

Por supuesto, si quieres ajustar esto a tu gusto, o intensificar la cantidad de lectura, ¡no dudes en hacerlo!

Paso 4: Principios de Interpretación

Objetivo: Comprender cómo el contexto histórico, cultural y literario moldea el significado al seguir principios apropiados de interpretación.

Antes de pasar al paso 5, que es sobre el estudio del texto, debemos repasar en primer lugar los principios que protegen un estudio fiel y preciso en primer lugar.

a. La Hermenéutica

La hermenéutica bíblica es el arte y la ciencia de interpretar las Escrituras, abarcando tanto la exégesis (extraer el significado original del texto) como la hermenéutica propiamente dicha (aplicar ese significado a contextos contemporáneos). A continuación te presento 9 principios fundamentales que ayudan a obtener una interpretación fiel del texto:

  1. Principio del Sentido Histórico-Gramatical: Este principio implica analizar cómo las palabras y frases eran entendidas en la época en que fueron escritas, teniendo en cuenta la cultura, las costumbres y las circunstancias del autor y su audiencia. Este enfoque ayuda a evitar interpretaciones anacrónicas (que parece anticuado, fuera de lugar históricamente) y a captar el mensaje que el autor pretendía transmitir.
  1. Analogía de la Escritura: También conocida como analogía fidei, este principio sostiene que la Escritura debe interpretarse a la luz de la Palabra en su conjunto. Significa que ninguna interpretación de un pasaje debe contradecir las doctrinas fundamentales encontradas en la Palabra de Dios. Este enfoque asegura la coherencia doctrinal y evita interpretaciones aisladas que puedan desviar el mensaje central del Evangelio.
  1. Contexto Literario e Histórico: Este principio enfatiza la importancia de considerar tanto el contexto literario (los versículos y capítulos circundantes) como el contexto histórico-cultural (las circunstancias sociales, políticas y religiosas de la época) al interpretar un pasaje bíblico. (Pronto profundizaremos un poco más en este punto).
  1. Género Literario: La Biblia contiene diversos géneros literarios, como narrativa histórica, poesía, profecía, epístolas y apocalíptico. Cada género tiene características y convenciones propias que deben ser consideradas al interpretar un pasaje. Por ejemplo, las parábolas utilizan lenguaje figurado y enseñan verdades espirituales a través de historias simbólicas. Cada género tiene su propia forma de interpretación que no vamos a repasar en este artículo por cuestión de tiempo.
  1. Idiomas Originales y Análisis Léxico-Sintáctico: Este principio destaca la importancia de estudiar las Escrituras en sus idiomas originales (hebreo, arameo y griego) para una comprensión más precisa. Analizar el significado de las palabras, la estructura gramatical y la sintaxis en el idioma original puede revelar matices y profundidades que se pierden en las traducciones.
  1. Intención del Autor: Este principio se enfoca en discernir la intención original del autor bíblico al escribir un pasaje. Considera el propósito, la audiencia y las circunstancias específicas que motivaron la escritura. Entender la intención del autor ayuda a evitar interpretaciones subjetivas y a captar el mensaje que se quiso comunicar.
  1. Unidad Temática de la Biblia: Este principio reconoce que, a pesar de la diversidad de autores y contextos, la Biblia presenta una unidad temática centrada en la redención y el propósito de Dios para la humanidad por medio de Cristo (Lucas 24:27; Juan 5:39). (No en prosperarte financieramente o resolver tus desafíos del diario vivir.) Interpretar los pasajes a la luz de esta unidad ayuda a mantener la coherencia del mensaje bíblico.
  1. Claridad de las Escrituras: Este principio sostiene que las enseñanzas esenciales para la salvación y la vida cristiana son claras y comprensibles para toda persona, independientemente de su formación académica. Aunque algunos pasajes pueden ser complejos, el mensaje central de la Biblia es accesible.
  1.  Distinción entre Ley y Gracia: Este principio distingue entre las leyes dadas en el Antiguo Testamento, muchas de las cuales eran específicas para Israel, y la gracia revelada en el Nuevo Testamento a través de Jesucristo. Esto también incluye el entendimiento de que algunos versículos resaltan las demandas de la Ley –a menudo llamados versículos de la ley– mientras que otros enfatizan la gracia de Dios y cómo somos salvados de las demandas de la Ley –comúnmente referidos como versículos de la gracia.

La conclusión es que para estudiar las Escrituras hay que dedicarles tiempo persistente y lento. Esto debe hacer saber a cualquiera que desee ser ministro, que no es algo que se hace o se llega a ser en 1 mes, año o década, sino, una tarea seria que recibirá un juicio mucho más duro por parte de Dios (Santiago 3:1).

Por tal razón los ministros que velan por el rebaño son llamados «ancianos» (1 Pedro 5:1–2). Término que hace referencia a una persona de edad avanzada, no necesariamente por ser viejo, sino por la sabiduría, conocimiento y experiencia que estos hombres deberían tener si fueran a cuidar del rebaño de Cristo.

b. La Exégesis

La exégesis es el proceso práctico de obtener el significado original de un texto bíblico. Viene del griego «exēgeisthai,» que significa «sacar» o «extraer.» La exégesis busca sacar el significado original que el autor pretendía comunicar a los lectores originales.

Ejemplo: Si estás haciendo una exégesis de Juan 3:16, aplicarías los principios hermenéuticos para llegar a una interpretación correcta del versículo, y por medio de este estudio obtendremos como resultado el significado original del texto (Exégesis).

En otras palabras, la hermenéutica establece cómo interpretar la Biblia, y la exégesis es el acto, y resultado natural de la buena hermenéutica.

c. Errores Comunes

Hay muchas maneras de cometer errores exegéticos comunes. Es decir, errores al tratar de obtener y aprender lo que el texto realmente dice. Desde querer estudiar un pasaje difícil cuando apenas se está durmiendo, hasta ignorar un factor básico: el género del libro. Dentro de los muchos errores que podemos cometer, aquí hay dos de mucha importancia a tener en cuenta:

1. Eiségesis:

Es lo contrario de la Exégesis. Eiségesis (del griego eis, que significa «entrar») es cuando alguien lee sus propias ideas, suposiciones o prejuicios en el texto bíblico, en lugar de extraer el significado original. En la eiségesis, la persona está metiendo en el texto un significado nuevo, en lugar de sacar del texto el significado original.

Esto es problemático porque distorsiona el significado que pretendía el autor bíblico. Puede conducir a errores teológicos porque la Escritura ya no da forma al lector, sino que el lector da forma a la Escritura.

Por ejemplo, he aquí un versículo que oigo a diario en las redes sociales sacado fuera de su significado original:

“13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” – Filipenses 4:13

Muchos interpretan esto como decir que «puedo lograr cualquier objetivo personal –ganar un partido de baloncesto, hacerme rico o cumplir mis sueños– porque Jesús me da fuerzas». Esto, por supuesto, es incorrecto.

Esta lectura impone al texto una mentalidad moderna, individualista y orientada al éxito. Pablo no estaba hablando de logros en general: estaba escribiendo desde la cárcel, refiriéndose específicamente a soportar las dificultades del Evangelio y estar contento en cualquier circunstancia, ya sea en la pobreza o en la abundancia (ver Fil. 4:11-12).

¿Qué tendríamos que hacer en su lugar con esta historia? Utilizando los principios hermenéuticos reconoceríamos el contexto: Pablo está enseñando el contentamiento y la dependencia en Cristo al llevar a cabo Su voluntad en esta tierra.

2. Narcigesis («Narcisista” + “Eiségesis»)

Narcigesis es un término de crítica utilizado para describir una interpretación en la que el lector se convierte a sí mismo en el personaje central de cada pasaje, especialmente insertándose en lugar de Cristo. Esto es utilizado comúnmente en el falso evangelio de la prosperidad.

He aquí un ejemplo de este tipo de interpretación que se encuentra en 1 Samuel 17 – La historia de David y Goliat.

“Yo soy David. Mis Goliat son mis miedos, deudas u odiadores. Si tengo suficiente fe, ¡puedo vencerlos como hizo David!”

En primer lugar, lo quieras o no, tendrás problemas en esta vida que no podrás «vencer» como hizo David con Goliat. Esa es la realidad de vivir en un mundo caído y pecador.

En segundo lugar, esto te convierte en el centro de la historia, cuando en realidad el punto principal del texto es que Dios libera a su pueblo a través de su siervo elegido. En una lectura centrada en Cristo, David es una prefiguración de Cristo, el verdadero Rey ungido que derrota al enemigo (el pecado y la muerte) en nombre del pueblo de Dios (los cristianos). Nosotros no somos David; Jesús es. Nos parecemos más a los israelitas que observaban la batalla desde la barrera y necesitaban ser rescatados.

Finalmente, ¿qué tendríamos que hacer en su lugar con esta historia? Utilizando principios hermenéuticos veríamos cómo encaja en la narrativa bíblica más amplia: Dios utiliza a un rey para prefigurar al Mesías, quién trae la victoria definitiva sobre el pecado y la muerte.

Habiendo comprendido los principios que gobiernan una correcta interpretación, ahora estamos listos para pasar del marco teórico a la práctica exegética concreta. Así entramos en el Paso 5.

Paso 5: Estudio del Texto

Objetivo: Aplicar los principios hermenéuticos, con el uso correcto de las herramientas de estudio para estudiar las Escrituras.

Ahora pasamos de la lectura general del texto al estudio exegético del mismo. Ya conocemos quién lo escribió, a quién y por qué. Además, también entendemos qué es la Hermenéutica y cómo ejercerla. Ahora que nos adentramos en el estudio, he aquí dos conceptos que nos ayudarán a maniobrar este paso con éxito:

  1. Análisis Textual
  2. Análisis Contextual

Estos dos conceptos van a ser las ruedas de nuestro coche. Lo que nos ayudará a movernos por el camino que estamos recorriendo. Como ejemplo para los siguientes pasos, utilicemos 2 Timoteo 3:16-17 para ejercitar estas guías en la práctica.

a. Análisis Textual

Análisis textual: se refiere al estudio de las características literarias de un pasaje bíblico; cómo está escrito el texto, cómo está organizado y cómo comunica el significado a través de su estructura. 

Este análisis incluye diferentes formas de ejecución que no vamos a enumerar aquí, pero hay uno que sí me importa en este paso, y es la “Identificación de Bloques”. 

La Identificación de bloques busca analizar el texto al entender cómo se organiza y desarrolla el pensamiento del autor en un pasaje. Trata de observar el flujo lógico y argumentativo del texto, y para ello se divide en bloques (o divisiones) temáticos o funcionales, cada uno cumpliendo un propósito en el mensaje general.

Aunque parezca raro o difícil, muchas personas realizan este tipo de análisis sin saberlo. Estructurar o segmentar versículos en diferentes trozos circulando o resaltando ciertas partes de un verso y conectándolo con otro, ¡es analizar la estructura textual del texto!

Aquí hay algunos bloques que suelen utilizarse para definir cada sección dentro de un verso:

  1. Declaración Principal/Tesis: Es la idea central del pasaje. Puede ser una enseñanza clave, una exhortación directa, o una afirmación teológica.
  1. Desarrollo: Este bloque expande la idea principal. Aquí se presentan razones, argumentos, aclaraciones o explicaciones teológicas para sustentar la Declaración.
  1. Medio o Instrumento: Explica cómo se logra algo. Este bloque muestra por qué medio o con qué recursos Dios lleva a cabo lo que se declara.
  1. Resultado: Aquí se indica el propósito o la meta de lo que se está enseñando o pidiendo.
  1. Advertencia: Bloque que corrige un malentendido o previene una desviación. A menudo es una advertencia sobre consecuencias.
  1. Aplicación: Muestra cómo debe responder el lector. Puede ser un mandato, exhortación, o consejo práctico.
  1. Ilustración: Refuerza la enseñanza con un ejemplo histórico, bíblico o personal.
  1. Reafirmación/Conclusión: Resume, repite o cierra el argumento. A veces retoma la idea principal de forma más firme o emocional.

¿Necesitas memorizarlas? No. No es necesario. Ni siquiera tienes que escribirlas, porque en su mayoría se definen por sentido común basadas en lo que estamos leyendo. Incluso, a veces uno puede identificar los bloques de forma personal sin pensar en esta lista. Eso no es un problema.

El propósito de esta explicación es entrenarte a mirar las Escrituras en bloques o divisiones. Algo que debería ser natural, donde miras un versículo y empiezas a ver bloques o divisiones en el texto, ya identificando donde empieza la Declaración, donde concluye, cuál es la aplicación, el instrumento, la referencia, etc. Es algo que a veces hacemos naturalmente, pero conocerlo de esta manera nos ayuda a ejecutar esta práctica más intencionalmente.

Entonces, ¿cómo se ve este análisis en la práctica? Volvamos a 2 Timoteo 3:16–17 para analizar su construcción textual.

“16 Toda Escritura es inspirada por Dios (Declaración Principal/Tesis) y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, (Medio o Instrumento) 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto (Propósito/Resultado), equipado para toda buena obra. (Aplicación)”

  1. Declaración Principal/Tesis: Aquí Pablo establece la base doctrinal: la Escritura proviene de Dios. Esta es la afirmación central de donde se derivan las demás ideas.
  1. Medio o Instrumento: Este bloque explica cómo actúa la Escritura: qué funciones cumple en el creyente. Actúa con poder como un instrumento formativo y correctivo.
  1. Propósito/Resultado: Este fragmento responde a la pregunta ¿para qué?: para que el creyente madure espiritualmente.
  1. Aplicación: Este es el fruto o manifestación externa de lo anterior.

Como puede ver, al identificar la estructura textual del texto pudimos definir bloques para estudiarlo mejor. Ahora conocemos la afirmación/tesis hecha por Pablo, conocemos el medio por el cual maduramos, somos corregidos y edificados (la Palabra de Dios), conocemos los resultados de tal instrumento, y finalmente conocemos cómo podemos aplicar tales verdades a nuestras propias vidas de ahora en adelante.

b. Análisis Contextual

Aquí en este análisis tenemos 4 puntos de contexto que queremos asegurarnos de tener presentes en nuestras mentes o en papel al estudiar 2 Timoteo 3:16-17:

  1. El Contexto Histórico: Vamos a empezar a estudiar, utilizando preferiblemente nuestras herramientas, la información que hay detrás del texto que estamos leyendo para una mejor exégesis. Cosas como el autor, el público y el propósito.
  1. El Contexto Cultural: Cómo la cultura del tiempo de la carta influye en el autor, el público y el propósito de la carta.
  1. El Contexto Inmediato: Lee los versículos anteriores y posteriores para entender la transición de ideas. Determina si el pasaje pertenece a una sección más amplia (enseñanzas sobre la fe, advertencias, milagros, etc.).
  1. El Contexto Canónico: En un sentido directo, es la unidad que su texto tiene con los capítulos y libros circundantes en la mayoría de los casos, e indirectamente dentro de toda la Biblia.

¿Cómo se vería esto aplicado a nuestro texto? De la siguiente manera:

  1. Contexto Histórico: Pablo escribe esta carta desde su segundo encarcelamiento en Roma, poco antes de su ejecución. Es una exhortación final a Timoteo para que permanezca firme en la fe y en la sana doctrina, en medio de una creciente apostasía (el negar a Cristo después de haber declarado seguirle) y persecución. El énfasis en la suficiencia de las Escrituras es crucial, ya que Pablo quiere asegurar que Timoteo esté completamente equipado para el ministerio sin depender de revelaciones adicionales.
  1. Contexto Cultural: En el siglo I, la iglesia enfrentaba influencias de filosofías griegas, y judaísmo legalista. La afirmación de que «toda la Escritura es inspirada por Dios» contrasta con las enseñanzas humanas y las tradiciones religiosas de la época. Pablo destaca que la Escritura es la fuente suprema de verdad y autoridad, suficiente para enseñar, corregir y guiar en justicia, lista para ser usada por Timoteo en su proclamación.
  1. Contexto Inmediato: En los versículos anteriores (2 Timoteo 3:14–15), Pablo insta a Timoteo a permanecer en lo que ha aprendido desde su niñez, haciendo referencia a las Sagradas Escrituras que pueden hacerlo sabio para la salvación. El versículo 16 explica la naturaleza divina y la utilidad de la Escritura, y el versículo 17 muestra su propósito. 
  1. Contexto Canónico: Este pasaje subraya la doctrina conocida de la suficiencia de las Escrituras, enseñando que la Biblia es completa y totalmente adecuada para guiar al creyente en todas las áreas de la vida y el ministerio.

Cuando identificamos una línea de pasajes o un único pasaje que queremos profundizar en nuestro estudio, debemos ceñirnos lo más posible a este proceso de pensamiento. No tiene que verse así, pero ciertamente debe incluir estos objetivos en su estudio para ejecutar una interpretación adecuada.

De hecho, estos puntos ni siquiera tienen que estar en escrito, siempre que estén en la mente de quien intenta interpretar el texto. Sin la mayor parte de esta información, las posibilidades de caer en interpretaciones erróneas son increíblemente altas.

c. Descriptivo vs. Normativo

Algo que debo destacar en relación con el contexto es comprender si el texto es descriptivo o normativo para poder interpretarlo correctamente. Esto es, con mucho, una de las cosas más importantes a la hora de interpretar el pasaje y, de hecho, algo que suele pasar desapercibido. 

Cuando intentamos obtener la exégesis del texto (el significado original y la intención detrás del texto), necesitamos saber si está destinado únicamente al público original o a un público universal.

  1. Descriptivos (Narrativo): Estos pasajes describen lo que sucedió, no necesariamente lo que debería suceder. Informan de sucesos, acciones o comportamientos, aunque esas acciones fueran erróneas o no estuvieran aprobadas por Dios. El hecho de que algo aparezca en la Biblia no significa que Dios lo apruebe o lo ordene.
    • Descriptivo Contextual: Contiene mandatos, exhortaciones o leyes dirigidas a una audiencia, grupo o contexto específico en su tiempo —no automáticamente mandatos para todos los creyentes hoy.
  2. Normativos: Estos pasajes nos dicen lo que tenemos que hacer: nos dan mandatos, principios morales o instrucciones para guiar nuestras creencias y acciones. Reflejan lo que Dios quiere de nosotros.

Para que tengas una idea de lo importante que es ser consciente de ello, le servirá saber que más del 40% del Antiguo Testamento es descriptivo, y que el Antiguo Testamento constituye tres cuartas partes de toda la Biblia. La literatura descriptiva es el tipo de literatura más común en la Biblia. Por supuesto, no son normativas a menos que se reafirmen explícitamente en la enseñanza. Por ejemplo: La poligamia de David se describe, no se prescribe (no es una norma).

Los Libros Descriptivos relatan eventos históricos. Muestra qué hizo Dios o exigió en ese contexto, pero no contiene mandatos vinculantes para todos los creyentes hoy, salvo que lo confirme explícitamente el Nuevo Testamento. Para ayudarte a identificarlo en su momento, aquí tienes la lista de libros principalmente descriptivos:

Descriptivos del Antiguo Testamento

  • Génesis
  • Éxodo (capítulos 1-19)
  • Números (grandes porciones)
  • Josué
  • Jueces
  • Rut
  • 1 y 2 Samuel
  • 1 y 2 Reyes
  • 1 y 2 Crónicas
  • Esdras
  • Nehemías
  • Ester
  • Daniel (capítulos 1-6)
  • Jonás

Descriptivos del Nuevo Testamento

  • Mateo, Marcos, Lucas, Juan (Los Evangelios)
  • Hechos

Aunque los Evangelios y Hechos contienen enseñanzas y mandamientos, los Evangelios son principalmente descriptivos. Solo deben considerarse prescriptivos cuando el contexto claramente lo indica (E.j. mandamientos morales universales de Jesús).

Dentro de esta categoría de libros descriptivos, tenemos una subsección conocida como Libros Descriptivos Contextuales. Contiene leyes, exhortaciones o regulaciones dirigidas a un pueblo o situación específica (Israel o iglesia primitiva); no son obligatorias hoy, salvo que el Nuevo Testamento las confirme. Aquí están esos libros:

Ley Mosaica

  • Éxodo (capítulos 20–40)
  • Levítico
  • Deuteronomio
  • Números (leyes, censos)

Profetas del Antiguo Testamento

  • Isaías
  • Jeremías
  • Lamentaciones
  • Ezequiel
  • Daniel (capítulos 7–12: profético/apocalíptico)
  • Oseas
  • Joel
  • Amós
  • Abdías
  • Miqueas
  • Nahúm
  • Habacuc
  • Sofonías
  • Hageo
  • Zacarías
  • Malaquías

Por otra parte, los Libros Normativos contienen enseñanzas doctrinales, éticas o prácticas que el Nuevo Testamento reconoce como válidas y vinculantes para todos los creyentes, hoy y siempre. Aquí está la lista de estos libros:

  • Romanos
  • 1 Corintios
  • 2 Corintios
  • Gálatas
  • Efesios
  • Filipenses
  • Colosenses
  • 1 Tesalonicenses
  • 2 Tesalonicenses
  • 1 Timoteo
  • 2 Timoteo
  • Tito
  • Filemón
  • Hebreos
  • Santiago
  • 1 Pedro
  • 2 Pedro
  • 1 Juan
  • 2 Juan
  • 3 Juan
  • Judas
  • Apocalipsis: exhortaciones espirituales y principios morales universalmente reconocidos.

Para darte una guía para medir un texto y saber en cuál cae, aquí hay algunas preguntas que puedes hacerte para entender si es descriptivo o normativo:

  1. ¿Qué tipo de texto es?
  • ¿Es un relato de hechos (historia, narrativa)?
  • ¿O es una instrucción directa, mandato o exhortación?
  1. ¿Cuál es la intención del texto?
  • ¿Está describiendo lo que ocurrió sin ordenar que se haga igual?
  • ¿O está diciendo explícitamente “deben hacer esto” o “esto es mandatorio”?
  1. ¿El texto está dirigido a una audiencia específica o a todos los creyentes?
  • ¿Se enfoca en un pueblo o momento histórico particular (Israel, iglesia primitiva)?
  • ¿O habla a toda la iglesia para todos los tiempos?
  1. ¿Hay un mandato o ley explícita?
  • ¿El texto usa lenguaje imperativo o manda una acción?
  • ¿O simplemente presenta un ejemplo o descripción sin obligación directa?
  1. ¿Es confirmado o aplicado como norma por el Nuevo Testamento?
  • ¿El NT reafirma este texto como norma para hoy?
  • ¿O lo trata solo como historia o contexto cultural?
  1. ¿Cuál es la función del texto?
  • ¿Ilustrar una verdad o relato histórico? → Probablemente narrativo/descriptivo.
  • ¿Regular conducta o establecer doctrina? → Probablemente normativo/prescriptivo.

Si es descriptivo, podemos aprender algo del texto, pero no debemos suponer que es una instrucción o lo que debemos esperar que nos ocurra. Lo contrario es cierto. Si es normativo, no podemos tratarlo como un hecho que no se aplica a nosotros, debemos obedecerlo.

Usualmente, los falsos maestros, falsos profetas o engañadores cambiarán estos dos formatos para usarlos en beneficio propio o para obtener algo a través de la manipulación. Aquí hay un ejemplo de falsos maestros del «Evangelio de la Prosperidad» usando un versículo “Descriptivo” como “Normativo”. El verso dice:

“11 Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes”, declara el Señor, “planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza.” –Jeremías 29:11 (Es un texto descriptivo.)

Explicación:

Este versículo forma parte de una carta escrita por el profeta Jeremías a los israelitas exiliados en Babilonia. Es una promesa específica de Dios a un pueblo específico, en un momento específico de la historia – no una promesa general a todos los individuos en todas las situaciones. El texto ni siquiera hace esta promesa directamente a nadie colectivamente de ese tiempo, sino al profeta (un solo individuo).

Cómo se Tuerce:

Algunos predicadores de la prosperidad tuercen este pasaje hasta convertirlo en una norma, afirmando: «Dios te prosperará pronto, ¡viene un milagro para ti! Ten fe y no dejes que Satanás te la quite!». (He escuchado esto con mis propios oídos.)

Contexto:

Si entendiéramos el contexto (contexto histórico e inmediato) sabríamos que Dios les estaba diciendo que aunque estaban en el exilio, no los había olvidado y que finalmente los restauraría después de 70 años (Jeremías 29:10). Osea, ni siquiera está hablando de prosperidad económica, o de salud. Es parte de un plan más amplio de restauración nacional, no una garantía de prosperidad personal.

Sin embargo, Jeremías 29:11 sí nos muestra algo verdadero sobre el carácter de Dios: que Él es fiel para salvar a Su pueblo, y esa fidelidad se revelará completamente cuando regrese a juzgar la tierra, cumpliendo Su promesa de librarnos de Su ira (infierno) en el día del juicio (Romanos 5:9).

Así que este pasaje ciertamente está “describiendo” (Texto Descriptivo) acerca del carácter de Dios (Fidelidad); pero no significa que Él prometa (Norma) a cada persona prosperidad financiera o física en esta vida. Esto es torcer la Palabra de Dios a nuestro propio parecer, sea hecho con o sin intención.

d. Estudio de Palabras

Aproveche la «Etimología» de las palabras. Etimología simplemente significa cómo surgió una palabra, cómo se originó. Para ello puedes utilizar el sitio web “Etymonline”. También, programas como E-Sword o Logos incluyen sus propios diccionarios, léxicos y concordancias para ayudarle a conocer mejor las palabras del texto.

Con esto dicho, hemos cubierto los fundamentos de una interpretación bíblica fiel: entender el contexto, aplicar principios hermenéuticos sanos, evitar errores comunes y manejar correctamente las herramientas de análisis textual y contextual. El siguiente paso es aplicar estas verdades extraídas del texto a nuestra vida diaria.

e. Referencias Cruzadas

Las referencias cruzadas bíblicas son conexiones entre diferentes versículos o pasajes que tratan temas similares, se citan entre sí, o se complementan.

Estas referencias no fueron parte del texto original, sino que fueron añadidas por estudiosos y traductores para ayudar al lector a entender cómo una parte de la Biblia se relaciona con otra. Sin embargo, esto significa que, a lo largo de los siglos, los estudiosos han identificado cómo la misma Biblia fue escrita de tal manera que hace referencia a sí misma en otros pasajes, donde un texto está conectado de alguna manera con otro texto escrito por otro autor.

Este es un punto que prueba la realidad profética y divina que hay detrás de esta obra literaria conocida como la Biblia. ¿Por qué? Porque hay aproximadamente 63,779 referencias cruzadas en la Biblia. Esto fue documentado, por ejemplo, en una visualización famosa creada por Chris Harrison y Christoph Römhild. Ellos representaron estas referencias como arcos conectando versículos a lo largo de los 66 libros, mostrando gráficamente cómo la Biblia está interconectada.

Para ayudar a comprender la magnitud de esta interconexión divina, ningún otro libro histórico tiene ni siquiera el 1% de este logro estratégico y grandioso. El Corán, por ejemplo, sólo tiene de 300 a 400 referencias cruzadas internamente, al lado de la Biblia con más de 63,500 referencias cruzadas. La Biblia está hecha por Dios y no se puede negar. 

Entonces, ¿cómo usamos estas referencias cruzadas y por qué las recomiendo todo el tiempo? Bueno, aquí hay algunos ejemplos de su uso:

  1. Para comparar pasajes que hablan del mismo tema: Ejemplo, Efesios 2:8 → Romanos 3:24. Aquí ves cómo varios textos explican que la salvación es por gracia, no por obras.
  1. Para ver cumplimiento de profecías: Ejemplo, Mateo 1:22-23 → Isaías 7:14. Mateo cita la profecía de Isaías sobre el nacimiento virginal.
  1. Para interpretar la Escritura con la Escritura: Esto es clave en la interpretación sana. Un pasaje oscuro puede aclararse por otro más claro.
  1. Para ver la unidad temática de toda la Biblia: Aunque fue escrita por unos 40 autores en un período de más de 1,500 años, las referencias cruzadas muestran que hay una sola historia central: la redención a través de Jesucristo.

En la mayoría de las Biblias verás pequeños números junto al versículo, ya sea al lado o al pie de página, que indican otros pasajes conectados; estos te permiten navegar la Biblia y ver cómo un tema se desarrolla en distintos libros. De cualquier manera, te recomiendo que busques El Tesoro del Conocimiento Bíblico que es el que yo uso.

Al estudiar así, podrás defender doctrinas con mayor fundamento y, sobre todo, fortalecer tu fe al constatar cómo la propia Biblia se interpreta a sí misma.

Paso 6: Aplicación

Objetivo: Traducir principios a acciones concretas en tu vida por medio de una mentalidad adecuada.

Algunos afirman que uno debe actuar conforme a lo que dice la Biblia para poder aplicarla, y esto es mayormente cierto. Sin embargo, creo que hay dos aspectos de la aplicación que nos ayudan a entender mejor cómo la Palabra produce fruto en la vida del cristiano. Estos dos aspectos son: el resultado intencional de la aplicación y el resultado natural de la aplicación. Uno surge como resultado de la iniciativa humana, y el otro como resultado natural del poder de la Palabra.

Esto es lo que quiero explicar en este paso, la naturaleza de la aplicación de las Escrituras, pero con la mentalidad correcta. Esto permitirá que realmente surta efecto en tu vida, en lugar de tratar de obligarse a hacer algo porque la Biblia lo dice.

a. Aplicación Natural

La aplicación natural ocurre cuando el corazón ha sido transformado por Dios. Cuando la Palabra habita en una persona, esa Palabra comienza a dar fruto sin que uno tenga que forzarlo. Es el resultado natural de tener una nueva naturaleza en Cristo.

“43 No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. 44 Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. “ – Lucas 6:43-44

Jesús declaró que los de buen fruto son de Él, y los de mal fruto no pertenecen a Él. Así como un árbol naturalmente da el fruto de ese árbol, así también los cristianos naturalmente darán frutos cristianos. La razón por la que esto es así es por lo que leemos en Ezequiel 36:26-27 que dice:

“26 ’Además, les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes; quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. 27 Pondré dentro de ustedes Mi espíritu y haré que anden en Mis estatutos, y que cumplan cuidadosamente Mis ordenanzas.”

El resultado de aquellos que están en el nuevo pacto que es en Cristo Jesús, serán bendecidos con un nuevo corazón, uno que naturalmente será atraído a desear la santidad. Por esta razón entendemos las palabras de Jesús cuando declara que aquellos con frutos malos tienen frutos malos porque no son de Su rebaño, pero aquellos que tienen frutos buenos son de Su rebaño.

b. Aplicación Intencional

Los que han recibido el Espíritu de Dios -es decir, los que son verdaderamente salvos y perdonados- darán fruto. La transformación del corazón produce un deseo y una acción natural de honrar a Dios (Filipenses 2:13). Sin embargo, esto no significa que los creyentes caminarán perfectamente o sin la tensión constante de la carne. (Romanos 7:18)

Incluso con un corazón nuevo, el pecado sigue habitando en nuestra carne. Precisamente por eso es necesaria la aplicación intencional. No somos participantes pasivos en la santificación – debemos responder a la obra de Dios viviendo activamente lo que Él ha plantado dentro de nosotros.

Algunos cambios en nuestro comportamiento vendrán más naturalmente, especialmente el amor por la santidad y por Cristo (1 Juan 3:9-10). Pero otros comportamientos –aunque estén alineados con nuestra nueva identidad– serán más difíciles de llevar a cabo y requerirán un esfuerzo intencional.

“12 No es que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús.”

Este seguir hacia adelante por parte de Pablo es una imagen de intencionalidad – de un creyente que compromete su voluntad, sus hábitos, sus relaciones y sus prioridades en torno a la búsqueda de la obediencia.

Esta búsqueda de la santidad es de hecho la voluntad de Dios (1 Tesalonicenses 4:3), y aquellos que han nacido de Dios son atraídos a llevar a cabo Su voluntad, es decir, una vida de santidad. Aquellos que no son de Dios simplemente lo buscarán para ganancia propia como por la prosperidad, salud o éxito terrenal (Juan 6:26).

Así que, aquí hay algunas sugerencias para ayudarte a aplicar la Palabra en tu vida intencionalmente:

  1. Examinate a ti mismo: Evalúa regularmente tu vida y fe (2 Corintios 13:5).
  1. Identifica la desobediencia: Reconoce lo que está fuera de la voluntad de Dios en tu vida (Salmo 139:23-24).
  1. Ajusta esa desobediencia: Cambia activamente aquello que no agrada a Dios (1 Juan 1:9).
  1. Únete en santidad: Rodéate de personas que buscan vivir en obediencia a Dios (2 Timoteo 2:22).
  1. Sométete a la autoridad espiritual: Busca la guía y corrección de líderes maduros en la fe (Hebreos 13:17).

Ahora, ve en el nombre de Cristo a aprender sobre las Escrituras y llévalas a la práctica a través de tu propia vida. Bendice a otros y difunde el evangelio para la salvación de los perdidos. Que Dios te bendiga en tu caminar espiritual hacia la madurez.

  1.  Fee, G. D., & Stuart, D. (2014). How to read the Bible for all its worth (4th ed.). Zondervan. ↩︎
  2. Ibid ↩︎
  3. Ibid ↩︎

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